Puede parecer una tontería, pero hubo un tiempo en el que usar Windows era sinónimo de estar a la última en tecnología. Era un tiempo en el que Microsoft no hacía más que comprar empresas para quedarse con sus ideas, patentes o productos. El mismo tiempo en el que se popularizó el simpático juego del “Solitario de Windows” como entretenimiento universal de Windows 3.0 (1990). Esos tiempos, “the good old times” que le dicen los anglosajones.
Desde entonces, aunque Windows mantiene su dominio en el mundo de los ordenadores PC’s, la percepción de los usuarios es que cada vez es más complejo, da más problemas y es más lento. Por eso es tan importante que Windows 10 resuelva con brillantez todos los errores de sus antecesores y se convierta en el referente de futuro.
Sin embargo parece que Microsoft no aprende o no quiere aprender. Pese a todo el talento que tienen en sus departamentos de ingeniería, nada se puede hacer contra decisiones tan extrañas como que el juego del Solitario, un guiño a los mejores tiempos de Windows, no es gratis en Windows 10.
El Solitario está dentro de una suite de juegos clásicos llamada Microsoft Solitaire Collection que, en el afán monetizador de Microsoft, incluyen publicidad como en las apps de los móviles. Por supuesto no falta el aviso que informa que esa inocente publicidad, que encontramos incluso en la tienda, ¡en tu propio ordenador!, puede eliminarse mediante un pago de 1,49 dólares… que además es mensual (¿nos hemos vuelto locos?). Es lo que se conoce como modelo freemium.
Estos son los detalles por los que por mucho que hagan buenos productos en Microsoft, al final el usuario se queda con una percepción negativa. ¿De verdad en Redmond están tan mal de dinero?¿tan difícil es hacer bien las cosas? Eso sí, luego no se cansan de anunciar que Windows 10 será gratuito incluso para las versiones pirata, cuando la realidad es muy distinta. Solo será gratis para los usuarios de Win 7 y Win 8 y de forma limitada.
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